Amo las novelas matemáticas, a tal punto que se podría decir que tengo una especie de colección.
Debo confesar que me gusta bastante presumir que soy fan de las “novelas matemáticas”. La reacción que suele generar es un gesto entre sorpresa y curiosidad, gesto que es directamente proporcional al interés que se tenga por las matemáticas. Y es totalmente esperable que esto suceda, ya que no es tarea sencilla encontrar “novelas matemáticas” así como así, o por lo menos a mi no me parece ni jamás me pareció algo tan simple.
Según estudios, la velocidad lectora promedio de un adulto ronda las 250 palabras por minuto, casi 15 segundos por palabra. Ahora, supongamos que todos los libros tengan en su título 3 palabras, nos tomaríamos 15 segundos en leer cada título, es decir que en 1 minuto habremos leído el título de 4 libros. Siguiendo con esta lógica, si en una librería se venden 16 mil libros, a razón de 4 libros por minuto, tardaríamos en leer la totalidad de los títulos nada más que 4000 minutos, es decir 66 horas y 40 minutos, casi 3 días, que se pueden hacer tres días si además de leer los títulos comes, vas a baño y dormís.
Entonces, en simples palabras, entrar a una librería e intentar encontrar algún título interesante sin guía ni objetivo alguno podríamos decir que es un trabajo casi que imposible, sin mencionar el hecho que los títulos no siempre representan fielmente el contenido de los libros.
Definitivamente, a la hora de querer comprar un libro sin saber cual, un buen vendedor/a de librería puede ser tu mejor aliado. Sin embargo, hay que ser sinceros, alguien que te dice “quiero una novela que tenga matemáticas” o “una novela que haya sido escrita por un matemático”, como que no te la deja tan fácil. La primera respuesta suele ser “mira en la sección de los libros de divulgación”, lo cual es un poco frustrante, porque no es lo mismo. Con el tiempo, mejoré mis habilidades para explicarme y mis frases aliadas fueron: “por ejemplo como Alicia en el país de las maravillas, escrita por Lewis Carroll que era matemático” o “El hombre que calculaba, que es una novela en la que relata la vida de un hombre muy bueno con los cálculos mentales”. Y siempre, siempre terminaba con un “un libro, vinculado con la matemática, pero que no parezca de matemática, algo que pueda disfrutar cualquiera, incluso los no que no son muy fans de las mates”. Siendo completamente sincera, no siempre me funcionaba, aunque hubo veces que sí, y esos días quedan en la gloria.
Con el correr de los años, pocos para ser sincera, me fui dando cuenta que es algo más "de nicho" y no tan divulgado, y lo fui notando al hablar con colegas o personas que no eran del palo (del mundillo de las matemáticas). Me han sugerido millones de veces que genere un espacio donde pueda compartir esto, porque es interesante y difícil de encontrar, lo cual es cierto, no es imposible, pero sí es difícil. Y creo que lo terminé de confirmar cuando me convocaron para escribir las secciones de lecto-comprensión de unos libros de matemática para colegio secundario (ESO) y luego repetir la tarea para libros de primario. Mi tarea era extraer fragmentos de libros, poemas, noticias u otros, en los cuales se tocase alguno de los temas que se abordaban en el capítulo, acompañado de un par de preguntas de lecto-comprensión. Realmente fue un gran desafío, fueron 30 capítulos para segundaria y otros 30 para primario, rehusándome a sacar todo de la misma fuente. Lo más gratificante: recuerdo que los promotores contaban que las y los profes estaban fascinados con esa sección, descubrían muchos recursos en algo que jamás hubiesen pensado que podría servir.
Como contaba antes, muchas veces y distintas personas me dijeron que tenía que encontrar el espacio para poder compartir esto, porque realmente era algo muy "de nicho”. Así que, finalmente hete aquí el espacio, y en varios formatos, para aquellos que quieran leer (este blog) y si les da mejor escuchar (esta el podcast). Lo que me fascina de hacerlo en este momento y no haberlo hecho antes, es que hoy siento que están todos los recursos no solo para compartir, sino para que también me compartan, esto significa que si sabes de algún libro que cumpla los requisitos previamente mencionados podes, no, no podes, más bien debes hacérmelo saber, es un contrato que firmas cuando llegas a esta altura de la nota.
Sin más preámbulo, bienvenido, bienvenida a este espacio, en el cual voy a estar compartiendo novelas matemáticas, cuentos, poemas, piemas y más, todo aquello mediante lo cual puedas disfrutar de las matemáticas a pesar de que no sean lo tuyo. Vamos a hacer la búsqueda del tesoro, el cual es leer matemática sin saber que estás leyendo matemática, o sin el objetivo de leer puntualmente matemática. Y sí querida lectora y querido lector, lamento spoilearte que como soy yo quien escribe, me fascina darle un toque personal más allá de una simple reseña, pero si queres saber a qué me refiero, no te va a quedar otra que seguir las novedades de Perdidos en matemática.
¿Te acabas de dar cuenta que inicié una sección de recomendación de libros sin recomendar un libro? ¿O si lo hice?
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